www.TRADICIONGAUCHA.com.ar
El Sitio de la Tradición Gaucha Argentina |
Como el
Pericón y el Cielito, la Media Caña es danza grave de la sociedad colonial,
acriollada en el Plata. Su genealogía es inconfundible, aunque no haya
posibilidades de reconstruir con detalle el progreso de su formación. Un estudio que dedicaré al repertorio coreográfico aristocrático
de fines de la colonia permitirá satisfactoria comprensión de su origen. HISTORIA Tuvo la Media Caña gran dispersión por todo el país,
Paraguay y, acaso, Chile. Desaparece en las últimas décadas del siglo
pasado y apenas hay en nuestros días quien recuerde algunas estrofas
de sus últimos y más difundidos textos: Tin, tin,
media caña Tin, tin,
caña entera Tin, tin,
lo que gustes Tin, tin,
lo que quieras. A la media
caña Dejala venir Pues si viene
sola Mejor para
mí. Según Lynch "está completamente en desuso"
en 1883. Se refiere, sin duda a la provincia de Buenos Aires, porque
un año antes Berutti la describe con lujo de pormenores. No hay discrepancia,
pues creo que Berutti, a su vez, alude a su culto en San Juan, de donde
él es oriundo y ha llegado poco antes. La descripción interesa en un
capítulo dedicado a la forma, pero trae un detalle curioso: la danza
no puede ser ejecutada sino por los jóvenes festejantes que se sientan
animados a presentarse como novios; tal es la convención. "Siete años de aventuras en el Paraguay" se
titula el libro de Masterman. Esos siete años (y un poco más) corren
de 1861 a 1869. El viajero o residente vio y describió detalles de los
bailes más celebrados. Dice luego: "Tuvimos varias otras danzas,
el grave Montonero, la Media Caña...** También la conoció V. de Moussy, años antes, y Ascasubi
la menciona en los Trovos del Paulino Lucero (1853). Y entraron
a menudiar media caña
y caña entera. Debió ser en aquella época muy conocida, pero no en
los salones porteños, sino entre la gente del pueblo. Un periódico de
entonces publica el texto de una Media Caña "que cantó un corneta
porteño para que la bailaran en sus cantones los defensores de Buenos
Aires en la noche víspera del 3 de Febrero último (1853): Co... co...
mo soy tartamudo Pueden
dispensar Si llego en
ciertas coplas a
tarta... mudear. Y en sus estrofas aparecen algunas voces de mando. "Cadena
y bailar", etc. En la época de Rosas la vio Mantegazza: "El baile
preferido en estos tiempos de sangre, era la media caña, que
se acompañaba con canciones obscenas y crueles, de las que es ejemplo
la siguiente: Al que con
salvajes Tenga relación La verga y
el degüello Por esta traición. Que el santo
sistema De federación Le da a los
salvajes Violín y violón." Sin embargo, los mismos "salvajes", proscriptos,
la bailaron en Chile añorando la patria, según Sarmiento. Luego de haber
danzado otros bailes nacionales, pedían "la chistosa media caña..." He citado varias veces al francés Isabelle, que estuvo
en Buenos Aires entre los años 1830 y 1833. Oyó el viajero un ruido
y lo explica así: "...todo ese runrún, esa confusión, esa alegría
bárbara, venían de la pulpería vecina, donde un compadrito rascando
la guitarra hacía danzar a los negros y a los mestizos una danza inmoral
llamada media caña...” Para mí, el Cielito, el Pericón y la Media Caña tienen
origen común. Posiblemente son variantes de una forma común, popular
antes de la revolución. Coinciden aproximadamente en la ascensión, apogeo
y decadencia. Las tres son de tipo grave y sus figuras son más o menos
comunes, y análogas a las de esta clase de danzas europeas (no precisamente
españolas). A veces sus nombres aparecen asociados. En el sainete gauchesco
"El detall de la acción de Maypú", el autor habla de la colocación
de los bailarines "como cielo apericonado"; en otro sainete,
anterior a 1823, aparece esta estrofa: "Vamos
a empezar el baile che. Perico,
pues templá, y seguidito
núblale pericón de
media caña" Mas, por razones ignoradas, alguien discrepa luego con
este último verso, lo tacha y pone en su lugar: "Cielito
bueno y hermoso" Y ya porque olvidó la enmienda, ya porque se trata de
la misma cosa, hace decir a un Sacristán invitado a participar en el
baile: "Pero
si no se bailar esa media
caña...” Con todo, la autonomía de las tres danzas es indudable
ya en las primeras décadas del siglo pasado. Es cierto que existieron en España canciones para danza
llamadas "Cañas"; pero nada más aventurado que establecer
una relación entre el baile andaluz de ese nombre y nuestra Media Caña.
No hay que confundir. En principio, lo que tenemos seguramente de los
españoles es el idioma; y, es claro, las mismas palabras.. . "Caña"
es una palabra adscripta al ambiente coreográfico; quienes la usan pueden
aplicarla a otra danza, o a un matiz, o a cierta característica de bailes
o de cosa anexa al espectáculo. La búsqueda del origen y significado del vocablo conduce
a una estéril e intrascendente lucha contra la arbitrariedad. Hay en Andalucía, Granadina, Tuna y Caña. En el mismo
lugar se conoce la Media Granadina, en Santo Domingo la Media Tuna y
en la Argentina la Media Caña. Seguramente cada cosa tuvo su "media",
y la "media" un significado que no conocemos. Mucho se pierde
con buscarlo porque nada concreto se gana con hallarlo. Lo inmediatamente
práctico es que la voz Media Caña rotula un viejo baile criollo. Hay
una especie de vaga necrofilia en el empeño de averiguar qué cosa significó
esa misma palabra en otro ambiente y en otra época; por eso en mis estudios
prescindo de etimologías. Felipe Pedrell atribuye a "la antigua caña"
andaluza "pura prosapia oriental". Y aunque nadie puede hacer
tal afirmación sin saber cuáles son los caracteres puros de la prosapia
oriental, la observación denuncia la naturaleza melismática de esa canción.
Ya en 1862, Ch. Davillier, que peregrinaba por Andalucía, manifestaba
que era corriente atribuir a las cañas un origen morisco; y al hablar
de las carceleras dice "que forman parte de la música popular de
Andalucía, como las playeras, las cañas, las malagueñas y las rondeñas".
Basta con tener presente que el cancionero andaluz morisco no pasó de
España a las colonias, para comprender que la presencia de la palabra
Media-caña en la Argentina responde a simple trasplante de vocabulario. No hay que buscar la genealogía de las danzas criollas
— especialmente las del Plata: Cielito, Pericón y Media Caña —en las
regionales españolas de más profundo arraigo popular. A la persistencia
azarosa de una palabra se opone la ausencia de los más vigorosos caracteres
del espectáculo coreográfico andaluz y de su música. Y es que no son
los bailes andaluces los que vinieron; son los bailes de salón, bailes
cortesanos y por lo tanto, no exclusivamente españoles, sino de todos
los salones y de todas las cortes europeas. Al exhumar y estudiar ese
repertorio, triunfante en la época de la revolución y antes, nos encontramos
con todas las figuras de las danzas platenses.
|
El Gato | El Pericón | ||||
La Zamacueca | Los Aires |
Sitio
realizado porTradiciongaucha.com.ar
- 2000
|