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El Sitio de la Tradición Gaucha Argentina |
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TRADICIONES EL HOMBRE |
EL
RASTREADOR (1834)
CARLOS DARWIN
Una ojeada por el rastro les
dice a estos hombres una historia entera. Suponiendo que examinen la huella de
un millar de caballos, adivinarán al punto el número de los que iban montados,
dirán cuántos iban a medio galope; por la profundidad de otras impresiones
deducirán que algunos llevaban pesadas cargas; por el modo de haber preparado
la comida inferirán si los perseguidos llevaban prisa, y por el aspecto general
sacarán cuánto tiempo hace que pasaron. Un rastro de diez o quince días es para
ellos bastante reciente, y, por tanto, bueno para ser seguido.
EL
RASTREADOR (1845)
DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO
Todos los gauchos del interior
son rastreadores. En llanuras tan dilatadas, en donde las sendas y caminos se
cruzan en todas direcciones, y los campos en que pacen o transitan las bestias
son abiertos, es preciso saber seguir las huellas de un animal y distinguirlas
de entre mil, conocer si va despacio o ligero, suelto o tirado, cargado o
vacío: Ésta es una ciencia casera y popular.
...El rastreador es un personaje
grave, circunspecto, cuyas aseveraciones hacen fe en los tribunales inferiores.
La conciencia del saber que posee le da cierta dignidad reservada y misteriosa.
Todos le tratan con consideración: el pobre, porque puede hacerle mal, calumniándolo
o denunciándolo; el propietario, porque su testimonio puede fallarle. Un robo
se ha ejecutado durante la noche; no bien se nota, corren a buscar una pisada
del ladrón, y encontrada, se cubre con algo para que el viento no la disipe.
Se llama enseguida al rastreador que ve el rastro y lo sigue sin mirar sino
de tarde en tarde el suelo, como si sus ojos vieran de relieve esta pisada
que para otro es imperceptible. Sigue el curso de las calles, atraviesa los
huertos, entra es una casa y, señalando un hombre que encuentra, dice fríamente:
"¡Éste es!". El delito está probado, y raro es el delincuente que
resiste a esta acusación. Para él, más que para el juez, la deposición del
rastreador es la evidencia misma; negarla sería ridículo, absurdo.
...¿Qué misterio es éste del rastreador?
¿Qué poder microscópico se desenvuelve en el órgano de la vista de estos hombres?
¡Cuan sublime criatura es la que Dios hizo a su imagen y semejanza!
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