El propósito emancipador se fue definiendo lentamente y adoptó
diversas formas: protectorado inglés (1807); especie de monarquía
con la coronación de la princesa Carlota (1808-1809), esposa del
regente Juan VI de Portugal, y constitución de juntas de gobierno
propio a semejanza de las que se organizaban en España. Esta última
fórmula se impuso en el cabildo abierto que se realizó el
22 de Mayo de 1810, luego de conocerse la noticia de la caída de
la Junta Suprema de Sevilla. La Junta que se nombró estaba presidida
por el virrey Cisneros; sin embargo, ésta no era la solución
que buscaban los patriotas, los cuales el día 25 de Mayo impusieron
una nueva junta, presidida por don Cornelio Saavedra. El núcleo
extremo de la opinión tendía al logro inmediato de la Independencia,
en oposición al partido criollo moderado y al núcleo de
reacción españolista. La personalidad dominante del primer
núcleo fue la de Mariano Moreno, secretario de la Junta, que renunció
a ella en Diciembre de 1810. Sucesivas crisis políticas dieron
como resultado la formación del Primer Triunvirato (1811), del
Segundo Triunvirato (1812) y del Directorio (1814)
La
Semana de Mayo
20
de Mayo de 1810
Mediante una proclama, el 18 de Mayo de 1810, el virrey Cisneros confirmó
los rumores acerca de la caída en manos francesas de Sevilla y
de la Junta Central que en ella funcionaba.
Cisneros pidió lealtad a Fernando VII, pero ya era tarde: la agitación
popular se volvió cada vez más intensa. Desde hacia días,
los criollos venían discutiendo qué hacer ante la situación
planteada.
En la mañana del 20, luego de sucesivas reuniones, se decidió
pedir una autorización al virrey para llamar a un Cabildo Abierto,
fórmula institucional para que se pronunciaran los vecinos de la
ciudad.
El virrey Cisneros y sus partidarios consiguieron dilatar la cuestión.
Sólo accedieron a convocar a un Cabildo Abierto después
de reunirse con los jefes de las milicias. En esta consulta, representados
por Saavedra, los militares expusieron su posición: el virrey debía
admitir, pues su mandato había caducado tras la caída de
la Junta Central española. La suerte del virrey estaba echada.
21 de Mayo de 1810
Hombres
armados ocuparon la Plaza de la Victoria y exigieron a los gritos que
se convocase a un Cabildo Abierto y se destituyese al virrey Cisneros.
Tal fue el tumulto en la plaza que, alarmados, los cabildantes se apresuraron
a solicitarle al virrey que
autorizase la convocatoria a un Cabildo Abierto. Cisneros firmó
la convocatoria y llamó a Saavedra,
comandante del Regimiento de Patricios, para que tranquilice a los vecinos
que estaban en la plaza.
22 de Mayo de 1810
En la mañana se abrió el debate, cuya finalidad era tomar
una decisión acerca de la permanencia o no de las autoridades españolas
en el Río de La Plata. La votación del 22 se prolongó
hasta la medianoche. Se resolvió que la asamblea continuaría
al día siguiente.
23 de Mayo de 1810
A las diez de la mañana se volvió a reunir el Cabildo ordinario.
Pese a lo convenido, anunció que el Cabildo Abierto no se reanudaría
y realizó el escrutinio de los votos de la jornada anterior.
Los 155 votos que resultaron por la cesación del virrey comprendían
diversas posturas: la fórmula propuesta por Saavedra –delegar en
el Cabildo el mando interino hasta que se formase una junta de gobierno-
se impuso con 87 votos.
24 de Mayo de 1810
En horas de la mañana, sesionando a puertas cerradas, el Cabildo
procedió a constituir la Junta, conforme se desprendía de
la mayoría de los votos. En esas circunstancias, el síndico
Julián Leyva creyó satisfacer a todos los bandos formando
la siguiente Junta:
- Presidente: B. H. De Cisneros.
- Vocales: Cornelio Saavedra (militar), Juan N. De Solá (eclesiástico),
Juan José Castelli (abogado), J.
Santos de Incháurregui (comerciante).
El Cabildo cumplía aparentemente con el resultado del sufragio,
pero imponía, de hecho, la posición legalista.
El mismo virrey cuya destitución había sido votada por la
mayoría, era el presidente de la Junta. Pocos cabildantes advirtieron
con claridad que se trataba de una estratagema legal. En la Plaza de la
Victoria, en cambio, al difundirse la noticia de la composición
de la Junta, la tensión creció. Esta situación desencadenó
la renuncia de Saavedra y Castelli.
25 de Mayo de 1810
Durante la mañana, los cabildantes reunidos estuvieron dispuestos
a rechazar las renuncias, aduciendo que la Junta no tenía facultades
para negarse a ejercer un poder que el pueblo le había conferido.
Los cabildantes confiaban en el apoyo de las fuerzas militares para sostener
esta posición.
De nuevo en la plaza, entraron en acción los "chisperos".
Apenas se enteraron del rechazo de las renuncias, muchos de ellos penetraron
en la sala capitular y allí, como representantes de la gente que
estaba en la plaza, manifestaron el disgusto y la decepción generalizados.
En una reunión, los jefes de las milicias, anunciaron que volvían
a retirar su apoyo al Cabildo. Mientras, la
gente reunida en la Plaza exigía saber qué estaba ocurriendo.
El Cabildo no tuvo otra alternativa que pedirle la renuncia a Cisneros
y la disolución de la Junta que presidía. El bando patriota
aprovechó para plantear que sólo el pueblo debía
asumir toda la autoridad. Para ganar tiempo, los regidores plantearon
que una petición así debía hacerse por escrito. El
texto, que ya había sido redactado durante la noche anterior, fue
presentado de inmediato. Así nació la Primera Junta de Gobierno.
Primera Junta de Gobierno
Presidente: Cornelio Saavedra - Secretarios:
Mariano Moreno y Juan José Paso - Vocales:
Manuel Alberti, Juan José Castelli, Miguel de Azcuénaga,
Juan Larrea, Manuel Belgrano y Domingo Matheu.
Fue la expresión
del primer gobierno constituido por criollos. El objetivo de esta junta
era convocar a los
representantes de cada provincia para considerar las actitudes a tomar
ante la nueva situación de la región.
Fue la que provocó la revolución. La junta esperaba lograr
la alianza de las regiones con la rebelión
metropolitana.
Dentro de esta se producen peleas internas, principalmente entre Moreno
y Saavedra. El primero quería lograr una independencia inmediata
y la proclamación de una república centralizada políticamente
en Buenos Aires. Saavedra por su parte, apoyaba el "Autogobierno"
bajo la "Máscara de Fernando", y era defensor del gobierno
compartido con las regiones. Saavedra sale triunfador de este litigio
y siguiendo con su línea moderada, crea la Junta Grande, para incluir
a representantes del interior (2 diputados). Moreno renunció a
su cargo y se embarcó para realizar una misión diplomática
en Europa. El 4 de Marzo de 1811, murió en alta mar.
La Junta Grande
El reglamento del 25 de Mayo de 1810 establecía que las ciudades
del Interior debían enviar diputados a
Buenos Aires para formar un Congreso. Dos días después,
una circular los invitaba a incorporarse a la Junta, pero Moreno retrasó
todo hasta Diciembre cuando renunció. Sin embargo, la victoria
saavedrista fue muy frágil: la oposición, reunida en la
Sociedad Patriótica y apoyada por el Cabildo, seguía activa
y ganó posiciones. Debido a diferentes campañas militares
fallidas el ex Virreinato del Río de La Plata pierde el dominio
sobre el Alto Perú, Paraguay y Montevideo.
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