A partir de 1510, una serie de incursiones portuguesas en la Región
del Plata alertó a la Corona Española sobre la necesidad
de defender la zona.
Juan Díaz de Solís descubrió el río de la
Plata en 1516, y Hernando de Magallanes, en su célebre viaje de
circunnavegación, recorrió las costas patagónicas,
en tanto que Sebastián Gaboto penetraba en el interior del país
por los ríos Paraná y Paraguay (1526) fundando el enclave
de Sancti Spiritus, que fue destruido por los aborígenes en 1529.
Razones estratégicas, más la creencia de que el “Mar de
Solís” podía ser una puerta abierta a las grandes riquezas
de América, convencieron a Pedro de Mendoza de que era conveniente
financiar y organizar una importante expedición. Poco le costó
reclutar a sus casi 1.500 integrantes, deslumbrados por las montañas
de oro y plata enviadas a Sevilla por Pizarro desde el Perú.
En Febrero de 1536, con el título de Adelantado, a orillas del
Plata fundó Santa María del Buen Aire.
Las condiciones de vida en Buenos Aires eran muy duras, faltaban alimentos
y materiales de construcción, y los indios se resistían
a ser utilizados como mano de obra.
La escasez de alimentos había arrastrado a los habitantes a robar
un caballo para comerlo y hasta al canibalismo. Los ataques de los aborígenes
incendiaban casas y algunas de las embarcaciones que estaban en el río.
Las principales naciones que encabezaron los ataques eran los Querandíes,
los Charrúas, los Guaraníes y los Chana-Timbús; que
llegaron a reunir 23.000 según Ulrico Schmidl, cronista de la época.
Pedro de Mendoza, enfermo y en ruina, decidió regresar a España,
pero la muerte lo sorprendió en el camino.
Entonces, se organizaron varias expediciones por el Paraná, en
busca de riquezas y alimentos. Sus comandantes más destacados fueron
Juan de Ayolas, Domingo de Irala y Juan de Salazar. A su paso levantaron
enclaves precarios, como Corpus Christi, Candelaria o Buena Esperanza.
Pese a las enfermedades y a los ataques indígenas, las iniciativas
siguieron y, el 15 de Agosto de 1537, Salazar fundó Asunción,
ciudad que prosperó rápidamente.
Juan de Ayolas fue asesinado por los Payaguás en una emboscada.
En 1541 Irala ordenó la destrucción de Buenos Aires y el
traslado de la población a Asunción.
Juan
de Garay, Alguacil Mayor de Asunción y luego Teniente del Gobernador
Juan Ortiz de Zárate, inicia una expedición desde Asunción
explorando el Paraná y el 15 de Septiembre de 1573 funda la ciudad
de Santa Fe de la Vera Cruz.
En una segunda expedición, el 11 de Junio de 1580 y en calidad
de Teniente de Juan Torres de Vera y Aragón, el nuevo Gobernador,
fundó la Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa
María de los Buenos Aires. La ciudad tuvo una existencia animada,
debido a la salida de plata del Potosí a través de su puerto.
En 1594 una Real Cédula cerró el puerto a toda actividad
comercial, asegurando que se favorecía el comercio con el Brasil,
permitiendo el ingreso de esclavos y mercaderías. Así el
contrabando y la ilegalidad se adueñaron del puerto. De todos modos,
para evitar que sus habitantes padecieran grandes privaciones, España
autorizó que la ciudad enviase a las costas del Brasil dos barcos
por año. Estos navíos debían llevar harina, cecina
y sebo y, a cambio, estaban facultados para traer a los porteños
las cosas que tuvieran necesidad, como ropa, lienzo, calzado, fierro y
acero.
Buenos Aires continuó siendo, en alguna manera, la puerta trasera
del Potosí. La ganancia era demasiado grande para resistirse a
la tentación. El contrabando era el negocio de la ciudad: un grupo
de poderosos comerciantes portugueses, instalados en Buenos Aires, subvencionaba
o sobornaba a todo el mundo, hasta a los gobernadores encargados de reprimirlo.
La excepción fue Hernando Arias de Saavedra (Hernandarias), el
primer Gobernador de origen criollo, que se empeñó en hacer
cumplir la ley y terminó destituido y preso. Desde 1625, la Corona
intensificó los controles: puso una Aduana seca en Córdoba
y, más tarde, otra en Jujuy. Las cosas cambiaron a partir de 1680:
cuando los portugueses fundaron Colonia del Sacramento, enfrente mismo
de Buenos Aires, ya fue imposible detener el contrabando.
Luego
de la fundación Juan de Garay continuó explorando los alrededores
llegando hasta la actual zona de Mar del Plata. En 1583 fue muerto por
los indios en cercanías de la actual San Pedro, al norte de Buenos
Aires.
FUENTE:
HISTORIA VISUAL DE LA ARGENTINA – BIBLIOTECA CLARIN
|