Semana de Mayo
Viernes
18 El Virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros publica un bando en
el que pide al pueblo que se mantenga fiel a España, que había sido
invadida por los franceses.
Sábado
19 Los criollos piden a las autoridades que se les permita realizar
un Cabildo Abierto para tratar la situación.
Domingo
20 El virrey recibe a funcionarios del Cabildo, jefes militares
y criollos, con quienes trata la convocatoria del Cabildo Abierto.
Lunes
21 El Cabildo invita a los principales vecinos a reunirse el
día 22 en Cabildo Abierto.
Martes
22 El Cabildo abierto, después de largas discusiones, resuelve
que el virrey cese en el mando.
Miércoles
23 El Cabildo forma una Junta de Gobierno con Cisneros como presidente.
Jueves
24 Día de indignación del pueblo al enterarse de que el Cabildo
había decidido que Cisneros continuara en el mando. Renuncia de todos
los miembros de la Junta.
Viernes
25
Los criollos, reunidos en la Plaza de Mayor y en busca de noticias,
gritan: "el pueblo quiere saber de que se trata". Este día los cabildantes
reconocen la autoridad de la Junta Revolucionaria y así se forma el
Primer Gobierno Patrio.
Primer
Gobierno Patrio
Presidente
Cornelio Saavedra
Secretarios
Mariano Moreno
Juan José Paso
Vocales
Manuel Alberti
Juan José Castelli
Miguel de Azcuénaga
Juan Larrea
Manuel Belgrano
Domingo Matheu
Cabildo
Abierto del 22 de Mayo de 1810, óleo de P. Subercaseaux
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Cronología
de los Hechos
La Revolución
de Mayo puso fin al orden colonial e inició una amarga lucha por la
independencia y unificación.
Los conductores de la revolución utilizaron, en un principio, la misma
institución virreinal y su estructura política para imponer su autoridad
y el orden inmediato. Así, la junta central de Buenos Aires sustituyó
al Virrey y hasta el nombre de Fernando VII fue utilizado como elemento
de unión y poder.
Los años inmediatos que le siguieron a la revolución se caracterizaron
por presenciar el nacimiento de un torbellino de fuerzas políticas rivales.
Los rasgos generales de esta época son los siguientes: (1810-1820)
- la región consolidó gradualmente su autogobierno y finalmente su emancipación
de jure.
- al precio de la fragmentación territorial, el derrumbe de una autoridad
común efectiva y una profunda crisis económica.
Las actitudes con la que se tomó en cada región las noticias de la revolución
fueron diferentes: en zonas donde el prestigio de la corona estaba desgastado,
dicho acontecimiento fue recibido con gratitud y tuvo un apoyo incondicional
(Santa Fe, Corrientes, la Intendencia de Salta, etc.). En cambio la
actitud fue opuesta en regiones que estaban dominadas por personas leales
a los Borbones (Montevideo, Alto Perú, Asunción) a las cuales la junta
no ahorró esfuerzos para tratar de subordinarlas.
El acto de ruptura del poder imperial, no significó la suplantación
inmediata del estado colonial, por un estado nacional. Gradualmente,
a medida que se consiguieron concitar apoyos, fueron pasando de ser
levantamientos municipales a regionales y luego a nacionales.
A los débiles aparatos estatales del periodo independentista se le fueron
superponiendo órganos políticos (juntas, triunviratos, directorios)
con los que se intento sustituir el sistema de dominación colonial y
establecer un polo de poder alrededor del cual constituir un ESTADO
NACIONAL.
Estos intentos no siempre fueron exitosos, y en muchos casos desembocaron
en largos periodos de enfrentamientos regionales y luchas entre fracciones
políticas, en los que la existencia del Estado Nacional se fundaba en
el reconocimiento externo de su soberanía política.
El fracaso se debió a la escasa integración territorial, derivada de
la precariedad de los mercados y agravada por la interrupción de los
vínculos con la vieja metrópoli. La efectiva posibilidad de una economía
mas integrada y compleja, sumada a la preservación de ciertas instituciones
coloniales como instrumentos de control político, suministraron el cemento
que amalgamarían a la sociedad territorialmente asentada y al incipiente
sistema de dominación en un Estado Nacional en un ESTADO NACIONAL. Esto
explicaría por que, en casos como Argentina, la precariedad de las economías
regionales, la extensión territorial, las dificultades de comunicación
y transporte, las prolongadas luchas civiles, etc, demoraron por muchos
años el momento en que tal amalgama se produciría.
20 de Mayo de 1810. Mediante una proclama, el 18 de Mayo de 1810, el
virrey Cisneros confirmó los rumores acerca de la caída en manos francesas
de Sevilla y de la Junta Central que en ella funcionaba.
Cisneros pidió lealtad a Fernando VII, pero ya era tarde: la agitación
popular se volvió cada vez más intensa.
Desde hacia días, los criollos venían discutiendo qué hacer ante la
situación planteada.
En la mañana del 20, luego de sucesivas reuniones, se decidió pedir
una autorización al virrey para llamar a un Cabildo Abierto, fórmula
institucional para que se pronunciaran los vecinos de la ciudad.
El virrey Cisneros y sus partidarios consiguieron dilatar la cuestión.
Sólo accedieron a convocar a un Cabildo Abierto después de reunirse
con los jefes de las milicias. En esta consulta, representados por Saavedra,
los militares expusieron su posición: el virrey debía admitir, pues
su mandato había caducado tras la caída de la Junta Central española.
La suerte del virrey estaba echada.
21 de Mayo de 1810. Hombres armados ocuparon la Plaza de la Victoria
y exigieron a los gritos que se convocase a un Cabildo Abierto y se
destituyese al virrey Cisneros.
Tal fue el tumulto en la plaza que, alarmados, los cabildantes se apresuraron
a solicitarle al virrey que autorizase la convocatoria a un Cabildo
Abierto. Cisneros firmó la convocatoria y llamó a Saavedra, comandante
del Regimiento de Patricios, para que tranquilice a los vecinos que
estaban en la plaza.
22 de Mayo de 1810. En la mañana se abrió el debate, cuya finalidad
era tomar una decisión acerca de la permanencia o no de las autoridades
españolas en el Río de La Plata. La votación del 22 se prolongó hasta
la medianoche. Se resolvió que la asamblea continuaría al día siguiente.
23 de Mayo de 1810. A las diez de la mañana se volvió a reunir el Cabildo
ordinario. Pese a lo convenido, anunció que el Cabildo Abierto no se
reanudaría y realizó el escrutinio de los votos de la jornada anterior.
Los 155 votos que resultaron por la cesación del Virrey comprendían
diversas posturas: La fórmula propuesta por Saavedra -delegar en el
Cabildo el mando interino hasta que se formase una junta de gobierno-
se impuso con 87 votos.
24 de Mayo de 1810. En horas de la mañana, sesionando a puertas cerradas,
el Cabildo procedió a constituir la Junta, conforme se desprendía de
la mayoría de los votos. En esas circunstancias, el síndico Julián Leyva
creyó satisfacer a todos los bandos formando la siguiente Junta:
- Presidente: B. H. De Cisneros.
- Vocales: Cornelio Saavedra (militar), Juan N. De Solá (eclesiástico),
Juan José Castelli (abogado), J. Santos de Incháurregui (comerciante).
El Cabildo cumplía aparentemente con el resultado del sufragio, pero
imponía, de hecho, la posición legalista.
El mismo Virrey cuya destitución había sido votada por la mayoría, era
el presidente de la Junta. Pocos cabildantes advirtieron con claridad
que se trataba de una estratagema legal. En la Plaza de la victoria,
en cambio, al difundirse la noticia de la composición de la Junta, la
tensión creció. Esta situación desencadenó la renuncia de Saavedra y
Castelli.
25 de Mayo de 1810. Durante la mañana, los cabildantes reunidos estuvieron
dispuestos a rechazar las renuncias, aduciendo que la Junta no tenía
facultades para negarse a ejercer un poder que el pueblo le había conferido.
Los cabildantes confiaban en el apoyo de las fuerzas militares para
sostener esta posición.
De nuevo en la plaza, entraron en acción los "chisperos". Apenas se
enteraron del rechazo de las renuncias, muchos de ellos penetraron en
la sala capitular y allí, como representantes de la gente que estaba
en la plaza, manifestaron el disgusto y la decepción generalizados.
En una reunión, los jefes de las milicias, anunciaron que volvían a
retirar su apoyo al Cabildo. Mientras, la gente reunida en la Plaza
exigía saber qué estaba ocurriendo. El Cabildo no tuvo otra alternativa
que pedirle la renuncia a Cisneros y la disolución de la Junta que presidía.
El bando patriota aprovechó para plantear que sólo el pueblo debía asumir
toda la autoridad. Para ganar tiempo, los regidores plantearon que una
petición así debía hacerse por escrito. El texto, que ya había sido
redactado durante la noche anterior, fue presentado de inmediato. Así
nació la Primera Junta de Gobierno.
2. Primera Junta de Gobierno
Fue la expresión del primer gobierno constituido por criollos. El objetivo
de esta junta era convocar a los representantes de cada provincia para
considerar las actitudes a tomar ante la nueva situación de la región.
Fue la que provocó la revolución. La junta esperaba lograr la alianza
de las regiones con la rebelión metropolitana.
Dentro de esta se producen peleas internas, principalmente entre Moreno
(Secretario) y Saavedra (Presidente). El primero quería lograr una independencia
inmediata y la proclamación de una república centralizada políticamente
en Buenos Aires. Saavedra por su parte, apoyaba el "Autogobierno" bajo
la "Máscara de Fernando", y era defensor del gobierno compartido con
las regiones. Saavedra sale triunfador de este litigio y siguiendo con
su línea moderada, crea la Junta Grande, para incluir a representantes
del interior (2 diputados). Moreno renunció a su cargo y se embarcó
para realizar una misión diplomática en Europa. El 4 de Marzo de 1811,
murió en alta mar.
FUENTES:
MINISTERIO DE EDUCACION
DE LA NACION ARGENTINA - www.me.gov.ar
MONOGRAFIAS.COM
- "Bs. As. Breve Cronología 1810 – 1880" - Categoría: Historia
- Trabajo enviado por: Gisele Jaquenod De Giusti
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